Don de lenguas, de Rosa Ribas
Siruela“Allí estaba Mariona. Blanca, rubia, carnosa y muerta.”
Buen comienzo de la novela Don de lenguas, de Rosa Ribas, prevista para este primer club de lectura del programa 4 Lecturas 4 Continentes, que da lugar a la investigación del caso por parte de la policía, en concreto del deplorable Isidro Castro, todo un personaje, el fiscal y, sobre todo, de Ana Martí, nuestra protagonista. Ana Martí es una periodista novata, desterrada a la sección de sociedad de La Vanguardia, que de repente se ve inmersa nada menos que en la muerte de una conocida viuda de la alta burguesía catalana, eso era Mariona, y tiene que trabajar en el caso y poner a prueba todo su talento. Como fondo, Barcelona, la Barcelona gris, corrompida y sórdida de 1952, de la que el régimen necesita dar una buena imagen porque en ella se va a celebrar un congreso eucarístico. Como curiosidad, diremos que la lectura de esta novela supone el reto de tratarse de «un thriller filológico», en el que la lingüística es parte importante de las pesquisas.
Rosa Ribas nació en El Prat de Llobregat en 1963 y estudio Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona, ciudad en la que vivió hasta su traslado a Alemania en 1992. Allí, primero en Berlín y más tarde en Frankfurt, ha desarrollado su carrera profesional como investigadora y docente y, desde 2008, como escritora. Su primera novela fue El pintor de Flandes, una novela histórica publicada en 2006. Desde entonces ha dedicado gran parte de su obra al «género negro», en el que hace incursiones periódicas desde que se inició en él con Entre dos aguas (2007), que junto a Con anuncio (2009), En caída libre (2011) y Si no lo matamos (2016) compone la serie dedicada a la comisaria hispano-alemana Cornelia Weber-Tejedor.
En 2010, también en clave negra, publicó El detective miope, una de sus obras más queridas, y, en 2013, Don de lenguas, con la que abre la bien llamada Trilogía de los años oscuros, retrato social implacable de la España de los años 50, protagonizada por la periodista Ana Martí. Esta trilogía, de la que también forman parte El gran frío (2014) y Azul marino (2016) ofrece la destacable particularidad de haber sido escrita a cuatro manos junto a Sabine Hoffman y en dos lenguas, alemán y español, simultáneamente. Lo último, por ahora, la novela Un asunto demasiado familiar (2019) que «dicen que es negra. Seguramente. No hay nada más negro que la familia». La familia Hernández y su agencia de detectives, que son protagonistas en este caso. En breve, aparecerá Los buenos hijos, continuadora de la saga.
Pero como «no todo es negro», la propia autora lo afirma en su página web, hay que citar Pensión Leonardo (2015), La luna en las minas (2017), y dos experiencias que prueban además la versatilidad y curiosidad de la autora, Miss Fifty (2012), novela ilustrada por Claudia Puig, que fue apareciendo por entregas en la desaparecida plataforma Sigueleyendo, entre junio y diciembre de 2012 (en 2015 se publicó en papel con nuevas ilustraciones de María Espejo) y Emma (2017) también publicada por entregas en una plataforma digital y solo accesible a través de móvil.