El trabajo de Cajal fue tan influyente en el avance de la comprensión del cerebro que incluso hoy, 170 años después de su nacimiento, no hay área del conocimiento en neurociencia en la que no se mencione a Cajal, y es uno de los científicos más citados en las revistas revisadas por pares. Su contribución a la comprensión del sistema nervioso central y periférico le convierte en el creador de la neuroanatomía moderna. Sus descripciones e ilustraciones han servido de texto didáctico para la formación de generaciones de médicos de todo el mundo.
Publicó más de 200 artículos en revistas nacionales e internacionales. Entre sus libros destacan Manual de Histología Ordinaria y Micrografía Técnica (1889), Manual de Anatomía Patológica General (1890) y Textura del Sistema Nervioso del Hombre y los Vertebrados (1904). Recibió el Premio Nobel de Medicina en 1906 y en 1907 se convirtió en el primer presidente de la Junta de Ampliación de Estudios Científicos, cargo que ocupó hasta su muerte. Participó en las principales iniciativas encaminadas a crear una infraestructura científica y educativa en España: el Instituto Nacional de Higiene Alfonso XIII y el Consejo de Instrucción Pública (1900); el Laboratorio de Investigaciones Biológicas (1900); y el Instituto Cajal (1920). La semilla de Cajal fructificó en una nueva generación de científicos que, tras formarse en prestigiosos centros internacionales, tal y como Cajal propuso a sus alumnos de la época a través de la Junta de Ampliación de Estudios, establecieron sus grupos de investigación en instituciones de toda España.
Laura López Mascaraque (CSIC) y Karel Ježek (Laboratoř experimentální neurofyziologie, Univerzita Karlova) abordarán diversos aspectos relacionados con el futuro de la investigación neurocientífica, en particular las capacidades, funciones y enfermedades del cerebro.