Actividades culturales

Jardines históricos de las dos orillas. Expresiones culturales compartidas de Al-Ándalus a Marrakech

Tanto en Marrakech como Al-Ándalus, el jardín de consideración ha estado ligado a la arquitectura residencial, ya sean los palacios, reflejo del poder político-militar, o las grandes casas. En muchas de las ocasiones tales jardines son interiores, en forma de patios, con árboles y arbustos, y otras en forma de grandes estructuras frutales: cítricos, granadas, olivos u otras plantaciones que precisan un gran aporte de riego y por tanto de agua. 


Los primeros jardines en Marrakech, de Menara y Agdal, son promovidos por el rey Almohade Abdelmoumen en el s. XII. Tras la caída almohade (1269), estos jardines experimentan una gran decadencia, por el clima, en esencia desértico, hasta el reino saadí de Ahmad Almansour (1578), durante el que son restaurados, junto a los sistemas de riego, construyendo el palacio de Badi`a. 

Uno de los primeros jardines históricos andalusíes aun presentes, son los de Medina Azahara, del siglo X, para los que el califa cordobés Abderramán III hizo venir en 936 a los mejores ingenieros y arquitectos, confiriéndole tanto en la parte Alta como Baja forma de crucero. En época almohade (s.XII) esta disposición, que ya estaba presente en la Códoba califal, en los jardines de la Arruzafa (hechos por Abderrahmán I en recuerdo de la Arruzafa omeya de Siria), irá generalizándose en ambas orillas del Estrecho. 

Por todo ello, poner de relieve tales paralelismos y su importancia cultural es el objetivo de este coloquio, que se celebra en feliz colaboración entre la Universidad Qadi Ayyad y el Instituto Cervantes de Marrakech.

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