SILKNOW. Con nuestro pasado, tejemos nuestro futuro

Desde el siglo XIII, encontramos a importantes artesanos italianos de la seda en Lucca, Florencia, Milán, Génova y Venecia que emigraron y dieron lugar a importantes centros textiles como Lyon, cuyos diseños diversos e innovadores fueron adoptados por otras industrias. Sin embargo, el siglo XVIII se considera como la edad de oro de la seda europea, con Lyon como principal centro de producción e innovación. La experiencia lionesa también se exportó a otros países europeos, especialmente a España, donde Valencia se convirtió en un importante centro de producción.