La enfermedad del domingo
Anabel ha organizado meticulosamente una glamurosa cena benéfica en su impresionante villa, al final de la cual se da cuenta de que Chiara, la hija que abandonó hace treinta años, está allí. Chiara tiene un solo propósito: que Annabel pase diez días con ella. Después de eso, ella no le pedirá nada más. Salazar, quien también escribió el guión, describe magistralmente las complejas tensiones entre madre e hija, los sentimientos mixtos de amor / odio de la hija y la madre estoica, confundidos por las provocaciones y las acciones autodestructivas de Chiara. Las actuaciones magistrales de las dos actrices transmiten una fuerte emoción respaldada por la fotografía de Ricardo de Gracia, la dirección de arte de Sylvia Steinbrecht y el vestuario de Clara Bilbao.