El Instituto Cervantes presenta esta instalación artística de Alicia Martin.
La localización específica de la estructura de la fachada del Instituto Cervantes plantea una relación entre esa constante transformación del libro-artefacto y la labor de divulgación de la lengua castellana y su literatura llevada a cabo por la institución. Así, se traslada esa idea de fluidez del conocimiento humano al paisaje urbano de la ciudad, pues la estructura de la fachada es icónica y sirve de señalética de la ubicación del edificio.
Los libros, artefactos que sirven como soporte de divulgación de conocimiento, se disponen en forma de espiral haciendo referencia a esa transformación continua de la información que contienen, entendiendo así el libro como un organismo vivo, sometido a un proceso de reformulación ininterrumpido.
Alicia Martín (Madrid, 1964) prefiere trabajar con libros usados que la gente ya ha leído y ha pasado. Ha podido mostrar sus remolinos, riachuelos y esferas de libros en lugares de renombre como el Museo Reina Sofía o la Casa de América de Madrid, así como el Museo Meermanno de La Haya o la Biblioteca Gandhi de Ciudad de México.