Un 40% de los españoles eran analfabetos en los años treinta. De acuerdo con su ideal humanista, la Segunda República hizo enormes esfuerzos por llevar la educación a las clases bajas y al campo. Antes de la victoria de Franco en la guerra civil española, la Cartilla escolar antifascista fue una de las últimas iniciativas de un movimiento reformista que había comenzado hacia 1870 con organizaciones como la Institución Libre de Enseñanza.
Ferran Ferrando, director del Instituto Cervantes Fráncfort, conversa con Till Kössler, sobre el impacto de este proyecto en su contexto histórico.
Till Kössler se doctoró en 2003 en la Ruhr-Universität Bochum con la tesis sobre la "Historia del comunismo en la República Federal de Alemania". Luego trabajó hasta 2011 como asistente académico en el Instituto de Ciencias Históricas de la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich, donde obtuvo la habilitación en 2011 con un trabajo sobre "Infancia y sociedad en España antes de la Guerra Civil". Desde 2011, enseñó como profesor de Historia Social de la Infancia y la Educación en la Universidad de Bochum y, desde 2018, es profesor de Ciencias de la Educación Históricas en la Universidad Martin-Luther de Halle-Wittenberg. Ha sido investigador invitado en la Universidad Complutense de Madrid, en la Universidad de California Berkeley y en la New York University (Campus de Shanghái). Sus áreas de investigación incluyen la historia europea de la educación y la infancia, la historia del debate sobre el entorno y la naturaleza, la historia de la violencia y su superación, y la historia de los regímenes autoritarios después de 1945.