Encuentro en otra lengua
La poesía, mi poesía, si lo es, será y estará en aquella palabra instantánea que surge en mí generada por un impulso rítmico, implicada en este impulso. Surge asociada a una significación imprevista, subyacente, cabe que desconocida. También estará asociada a las realidades sensibles que le son propias (su consistencia fónica y rítmica) y a las emocionales (las que toma de mí, de mi propia vida, en el espacio y en instante subjetivos). Poesía es, por todo ello, creación y revelación. Me advierto viviente entre dos inexistencias y este es el asunto quizá único de mi escritura, sea el que sea su argumento en primer término. Mi escritura es, a su vez, liberación de esta conciencia, liberación de mí mismo. Todo es símbolo.