Función de noche
Alfredo Solsona. Fotografía de Jordi SociasLa puesta en escena de la obra Cinco horas con Mario en los años ochenta, protagonizada por Lola Herrera, dio la posibilidad a la directora Josefina Molina de realizar un experimento de tintes documentales inéditos que reflexionaba sobre la educación sentimental de la generación de la posguerra española. Los paralelismos y las diferencias entre la actriz y el personaje que interpreta corren de forma paralela al encuentro con su exmarido con el que mantiene una larga conversación catártica que pone al descubierto las heridas y los traumas.