XXXIII Peña Flamenca. David Pérez e Iván Carpio
Con el dúo Ivan El Carpio y David Pérez podemos disfrutar del flamenco "main stream” sevillano, un brillante combinado de gitano con payo. Los músicos se mueven en el círculo de los artistas más activos y diligentes de la capital andaluza, presentándose en numerosos proyectos, espectáculos, tablaos y concursos. David ha colaborado con las mejores bailaoras de su generación, como La Choni y Ana Morales, aportando su baile y su creatividad coreográfica. Ivan Carpio, como cantaor de la familia Farruco, ha recorrido todo el mundo y también ha dejado su sello en el cante joven sevillano. Siendo artistas que participan de las últimas tendencias, han elegido un camino intermedio entre lo tradicional y lo moderno, sin tirar hacia ningún extremo.
David Pérez es un bailaor reconocido en Sevilla, la capital del flamenco de hoy. Su excelente técnica de baile, elegancia y gran ingenio coreográfico le permitieron ganar importantes premios (El Desplante 2014) y participar en numerosos espectáculos al lado de grandes figuras del baile y la música flamencas. También se ha dado a conocer como un excelente profesor de baile impartiendo clases en Academia Manuel Betanzos, un sitio a donde peregrinan aficionadas bailaoras de toda Europa y entre ellas, cómo no, algunas polacas. Así pues, David Pérez ya tiene su público en Varsovia, que le está esperando con inquietud y presionando a la Asociación Flamenco Sí para que le invite a la Peña.
Iván Carpio viene de la línea ortodoxa del cante flamenco debido a su origen de la familia del gran El Chocolate y su larga colaboración artística con la familia Farruco. Desde su niñez, rodeada de flamencos, decidió mostrar su nivel y su conocimiento en diferentes concursos para ganarse el respeto y el reconocimiento no sólo por la fama de su tío, sino por logros propios. Estudioso y humilde, está ampliando su repertorio y sus horizontes musicales participando a veces en proyectos de flamenco nuevo y fusión. Con su preciosa voz y energía juvenil, los cantes antiguos suenan con frescura y vigor.