La virgen de agosto
Jonás Trueba (“Todas las canciones hablan de mí”, “La reconquista”) dirige esta extraordinaria y conmovedora obra, en la cual trata de la feminidad y las relaciones de pareja, con ecos de Éric Rohmer, y al ritmo de flamenco en la voz de Soleá Morente. “La virgen de agosto” es una película-diario. Es el viaje íntimo de una mujer en busca de señales. Es un cuento de verano filosófico y místico, alegre y festivo de principio a fin. Agosto en Madrid es un infierno. Quién puede huye del calor a las costas mediterráneas o atlánticas y la ciudad se queda vacía. A los que no pueden salir y a los turistas les esperan las verbenas populares como la de San Cayetano, San Lorenzo y la Virgen de la Paloma, que se celebran en la primera quincena del mes, en los barrios del centro de la capital española. Entre ellos encontramos a Eva (Itsaso Arana), una chica de treinta y tres años que hace de su decisión, la de quedarse en agosto en Madrid, un acto de fe. Necesita sentir las cosas de otra manera y piensa en el verano como un tiempo de oportunidades. En esos días de fiesta, Eva se encuentra con otras personas a las que trata de ayudar, sin saber que en realidad, se ayuda a sí misma para nunca más volver a ser la persona que fue.