El vacío y el silencio
La idea de la exposición es poner el foco en el sonido. El espacio vacío, sin adornos ni gestos expositivos innecesarios, puede servir para escuchar obras sonoras. Tanto el vacío como el silencio corresponden a la escala del mundo humano individual. En los ambientes sonoros creados por los artistas invitados, en el espacio cognitivo no alterado podemos redescubrir la relación entre el mundo interior privado y la sensibilidad del otro. Y aunque no hay un vacío absoluto ni un silencio absoluto, los pensamientos pueden crear nuevos sentidos, nuevos significados y llenar el mundo de nuevo. Este potencial para regresar, de reiniciar y desviarse más allá de categorías desgastadas da esperanza. ¿Qué sentimientos, estados, pensamientos y quizás abhelos nos revela este momento único? [Marcin Dymiter]
Agradecemos el apoyo de la revista Glissando, de la Radio Kapital y de la Galería EL