Las canciones del emperador
Escondidos en los baúles que viajaban con la comitiva por Europa, se encontraban los preciosos cancioneros manuscritos de los cortesanos, con las canciones íntimas y melancólicas que tanto gustaban a Carlos V. Quizás le recordaban su infancia en Gante y Malinas, y tal vez también presagiaban la fascinación por su propia muerte, que Carlos hizo suya cuando se retiró en los últimos años de su vida al monasterio de Yuste, en Extremadura. El emperador tenía una relación especial con la ciudad de Utrecht y mantenía estrechos vínculos con, entre otros, Adriano de Utrecht, su tutor, que más tarde se convirtió en papa en Roma (el único neerlandés que lo ha sido hasta la fecha), en parte gracias a la ayuda de Carlos. El concierto será interpretado por ClubMediéval formado por el tenor Jonatan Alvarado, el laudista Ariel Abramovitch y el violinista Thomas Baeté. Juntos han desarrollado el proyecto «KAROLUS» junto con el compositor Jonás Bisquert, el dibujante Bram Ollieuz y la dramaturga Isaline Claeys. Quieren revivir la música que fue importante en la vida de Carlos, como las canciones del Cancionero de Palacio y el Cancionero de Segovia, o la polifonía de Josquin o Nicolas Gombert, en aquellos lugares que tienen una fuerte conexión con el emperador, para así encontrarle una nueva relevancia contemporánea.