Creatura
La película sigue la vida sexual de Mila, una treintañera que se muda a l'Empordà con su pareja. Son una pareja aparentemente perfecta. Pero ya no consiguen mantener relaciones sexuales. Mientras intenta mantener la pasión en su relación e intenta explicarle las cosas a su pareja, Mila reflexiona sobre su despertar sexual, desde la adolescencia hasta la primera infancia.
A través de un viaje al pasado de Mila, la película explora la identidad, el deseo, la culpa y la represión en relación con el cuerpo y la sexualidad.
No se trata de un verdadero trauma, ni de un acontecimiento clave, sino de una acumulación de humillaciones, de cosas no dichas y tratadas como tabú, filmadas con crudeza y sin melodramas por la actriz y cineasta. Más que una sesión de psicoanálisis, la película es una expedición arqueológica a la sexualidad de una persona que es la experiencia de muchas. La directora aborda estos temas con valentía, sin juzgar ni moralizar, y nos invita a redefinir nuestra propia relación con el sexo y el deseo.