Un hombre llamado Flor de Otoño
Ambientada en la Barcelona de los años veinte, el personaje del travesti Flor de Otoño es una de las primeras apariciones de un homosexual en la cinematografía española. Su personaje exhibe además su ideología anarquista, en profunda consonancia con los movimientos revolucionarios del momento, como una llamada a la rebeldía contra la dictadura. La ambientación histórica además del mundo del cabaret y del cuplé permite a Sacristán desplegar una fascinante asimilación de las características performativas y culturales de esta subcultura, además de alumbrar la dicotomía de las personas que llevan una doble vida, como Lluís, el protagonista. Sin duda, una película señera del director Pedro Olea. Sinopsis: Lluís de Serracant es un joven abogado procedente de una familia burguesa catalana, lo cual no le impide llevar una sorprendente doble vida: por el día se ocupa de los asuntos de su trabajo como jurista; por la noche se transforma en Flor de Otoño, conocido travesti que actúa en un pequeño cabaret barcelonés.