Ramón del Valle-Inclán fue una figura excéntrica y controversial de la literatura española del fin del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Heredero de valores ideológicos y estéticos arraigados en una profunda tradición y al mismo tiempo autor constitucionalmente orientado a una continua experimentación y provocación de los códigos literarios que, entre otras cosas, llevará a la formulación genial del esperpento. La experiencia romana de don Ramón debida a su papel de Jefe de la Real Academia de España en Roma, fue desempeñada con las típicas irregularidades de su carácter, entre el 1933 y 1935, año en que volvió enfermo a la Galicia natal y ancestral (en este marco produjo muchas de sus obras), donde falleció pocos meses después.
Justo en la magnífica sede de la Real Academia, en San Pietro in Montorio al Gianicolo, será el destino de nuestro paseo, que empezará en Teatro Belli, donde se estrenó por la primera vez el 10 de noviembre de 1934 (antes incluso que en España), Los cuernos de don Friolera, quizás el más representativo de sus esperpentos.