Totenstanz. Morgen ist die frage
La Totentanz, también llamada Danza macabra o Danza de la Muerte, ya en la Edad Media era un modo de exorcizar el miedo a la muerte, en un carnaval de desesperada vitalidad. Marcos Morau, uno de los artistas más visionarios de la escena contemporánea, y su compañía de danza La Veronal, entre las más aclamadas del panorama internacional, revisitan este ritual a través de una performance que nos devuelve una imagen poéticamente pertinente de la muerte y de la justicia que ella conlleva: La hora fatal llega, infaliblemente, para cada uno de nosotros.
Revisitar la danza de la muerte en el siglo XXI, en la turbulencia de un mundo arrojado al caos terminal por mil revoluciones sociales, digitales y espirituales, es un anacronismo deliberado, casi una meditación. La Totentanz de Morau es una invitación a celebrar la fragilidad de la vida y a meditar sobre su pérdida de valor. El actual desprecio por los valores de la vida es directamente proporcional a la incapacidad generalizada de interpretar, danzar, oficiar la muerte como misterio. Perder la conciencia, sacudir el cuerpo, perderse en la oscuridad de los sentidos y sucumbir al trance de la música y de la danza nos lleva a la catarsis, y desde ese estado también el amargo mordisco de la nada entra más fácilmente. A distancia de más de cinco siglos, la danza de la muerte vuelve a hacernos preguntar adónde vamos, quiénes somos y qué significa este lugar que habitamos antes de que la muerte nos tome de la mano para hacernos danzar con ella.