Alona
Rafael RamírezLos habitantes de una casa son estudiados por una fuerza maligna. No parecen advertir su destino, con la excepción de un anciano, quien está seguro de que la culminación de su obra maestra los salvará de lo inevitable.
Los habitantes de una casa son estudiados por una fuerza maligna. No parecen advertir su destino, con la excepción de un anciano, quien está seguro de que la culminación de su obra maestra los salvará de lo inevitable.