Los espectaculares avances en Inteligencia Artificial (IA) y Robótica han hecho que estas tecnologías hayan salido de los laboratorios de investigación y formen parte de nuestra vida cotidiana. Ello es particularmente cierto en el caso de la IA no corpórea, es decir aquella que se limita a sistemas de software que nos ayudan a tomar decisiones de todo tipo. Cuando se trata de IA con cuerpo, como es el caso de los robots, su presencia entre nosotros todavía no es evidente. De hecho, se limitan básicamente a entornos industriales. Sin embargo, con los recientes avances de la IA aplicada a la Robótica ya han empezado a surgir los llamados robots sociales. Esta clase de robots abarca desde los robots coworkers que colaboran con humanos ayudándoles en su trabajo hasta los futuros robots domésticos que llevarán a cabo tareas domésticas cotidianas, pasando incluso por robots de compañía e incluso robots con fines sexuales.
Obviamente, esta Robótica Social plantea importantes cuestiones éticas que, se añaden a las ya existentes actualmente, debido al impacto de la IA no corpórea. Es importante destacar en la aplicación de la Inteligencia Artificial tener presentes nuevos aspectos éticos, tanto desde el punto de vista de la IA no corpórea (manipulación de personas, privacidad, sesgo de los algoritmos, substitución de personas por máquinas…) como de los robots sociales (cuestiones emocionales, afectivas, peligro de cosificación de las personas…). Los recientes avances en IA y Robótica están teniendo un impacto social muy importante. Por ello, se trata de divulgar y debatir los retos sociales y éticos que estas tecnologías plantean y conllevan.