Goya y los reflejos de su obra en Praga
Francisco de Goya y Lucientes, 1815
A Goya se le considera como último maestro del gran ciclo de la pintura barroca y rococó y el primero de la moderna. Siempre ha sido apreciado y valorado, por lo cual su obra es de conocimiento general de historiadores de arte y artistas checos, lo cual testimonia, entre otras cosas, la traducción al checo de la monografía, hasta ahora insuperada, de José Gudiol, traducida hace medio siglo.
A primera vista, Goya ofrece dos facetas diferentes: la del pintor y la del grabador, pero las dos están en estrecha conexión, sobre todo iconográfica. Una de sus pinturas, firmada y fechada en 1815, es propiedad de la Galería Nacional de Praga; esta institución posee también una colección bastante completa de su obra grabada que suele exponerse de vez en cuando, en Praga u otros sitios de la República Checa. También vienen obras de fuera, de visión renovadora y de otro contexto, como es la actual exposición celebrada en el Instituto Cervantes y denominada Goya Fisionomista.