Sinopsis:
El sistema de sanidad pública colapsa. Como muchos otros pacientes en todo el país, Ismael, que sufre una rara enfermedad, está a punto de verse obligado a abandonar el hospital en que lo han venido tratando. Sucede entonces que Felicia, su esposa, recibe de Salinas, empleada del hospital, una inesperada propuesta: Ismael conservará su cama y seguirá recibiendo tratamiento si ella memoriza un texto. Parece, en principio, una tarea sencilla de cumplir: memorizar en orden unas cuantas palabras. Sin embargo, día a día, Felicia percibirá que, conforme haga suyas las palabras de ese texto, que no sabe quién escribió, algo dentro de ella ―en sus sueños, en su memoria, en su imaginación; también en su cuerpo y en su voluntad― se irá transformando.
Nota del autor:
Había escrito El Golem hace unos años, pero algo ocurrió durante el confinamiento ―en medio de la conmoción general, de la angustia de tantos, del temor de otros a que el orden en que habíamos vivido pudiese hundirse― que me impulsó a reescribirla y a enviársela a Alfredo Sanzol. Para mí es un enorme honor que un director y dramaturgo al que admiro y por el que me siento influido, haya decidido poner en escena esta obra. Cuyo asunto, creo, es el poder de las palabras que nos envuelven y atraviesan y con las que hacemos nuestras pesadillas y nuestros sueños.