Cría cuervos

Realizada en 1975, como la película anterior es un viaje introspectivo, en este caso de una niña que desarrolla su fantasía recordando a una madre dulce, y a un padre frívolo al que cree asesinar. Es asimismo un retrato de la vida cotidiana, y de la mujer, en los tiempos en que ocurre la película. En 1976 fue seleccionada para el Oscar a la Mejor Película Extranjera, y recibió numerosos premios, entre los que cabe destacar el Premio Especial del Jurado del Festival de Cannes, de dicho año.

Sinopsis: Ana (Geraldine Chaplin) se dirige a la cámara y rememora su infancia desde la muerte de su madre, ocurrida veinte años antes. Ana se siente responsable, pues cree que su padre ha muerto como consecuencia de haber ingerido un vaso de leche que contenía una sustancia inocua que la niña consideró veneno. A raíz de ello, la chiquilla considera que posee ciertos poderes especiales, uno de los cuales le permite invocar a su madre muerta. Ana extraña a su madre e imagina verla con cierta frecuencia, pero no alcanza a comprender que sólo se trata de simples alucinaciones.