Archivos de la memoria
El fuego
purificador de la noche de San Juan, nos vincula con los ritos ancestrales de
celebración del solsticio de verano. Por fin, llegan las largas tardes que se
convierten en cálidas noches… empieza un tiempo sin reloj, de dejar pasar lo cotidiano e imaginar lo
extraordinario. Con nuestros sentidos
evocamos la calidez del aire y la tierra, la línea roja del horizonte, los sonidos de una música que congela el
momento estelar, un beso, una mirada. Los sabores y olores del verano se
identifican en nuestra memoria con
placeres cotidianos, familiares.
En verano se descubren lecturas interminables, historias de película y series que nos
atrapan hasta la madrugada. Acumulamos
en el archivo de nuestra memoria sensaciones de verano muy personales que queremos compartir todos juntos a través de video- mensajes que publicamos en el enlace a continuación de nuestra página web y cuentas oficiales de Wechat y Weibo a partir del 8 de julio.
