La difícil emancipación de la mujer

Dos películas sobre mujeres que se creían débiles hasta que tienen que aprender a ser fuertes. Dos mujeres frágiles, solas, que se enfrentan a la muerte, a la enfermedad, y con ello a su pasado, a sus decisiones, a sus miedos. Pero también al futuro. Y sobre todo, dos películas sobre el precio que ha de pagar una mujer (todavía hoy) por su independencia, y sobre cómo todavía hoy, el éxito profesional parece impedir el bienestar personal, como si las mujeres sólo pudiesen elegir entre dos vías: o realizada o sola.

No sé decir adiós es una película sobre el regreso al origen, que en España casi siempre suele ser un pueblo pequeño, con el consiguiente mirar de frente al pasado, a los errores y a los equívocos. La película de Lino Escalera muestra como pocas películas actuales el peso que la familia ha tenido en la sociedad española, un peso muchas veces frustrante, y cómo ese peso ha recaído en mujeres que a fuer de luchar por ser consideradas victoriosas se han ido quedando solas en su lucha.

Gary Cooper, que estás en los cielos fue una de las primeras películas españolas en mostrar a una mujer claramente liberada, autónoma, luchadora, pero también claramente sola. En este balance de logros y carencias, Pilar Miró (en una película con un explícito trasfondo autobiográfico) muestra lo difícil que era para una mujer escaparse del destino al que la sociedad franquista la abocaba para convertirse en algo parecido a una mujer libre.