“Reflejo” es una pieza escénica que recuenta la historia de la colonización de los cuerpos indígenas ecuatorianos a través de la adulteración de la cosmovisión inca. Históricamente, las iglesias católicas en Ecuador, ahora lugares de culto para muchos pueblos indígenas y mestizos, fueron inicialmente lugares de cautiverio y cancelación.
La intérprete narra cómo los sacerdotes católicos capturaron los reflejos del INTI, el dios sol inca, mediante el uso de espejos. Usaron estas reflexiones para atraer a los pueblos indígenas a las iglesias católicas.
La artista utiliza el movimiento, diferentes idiomas (español, inglés, kichwa), pintura y el despojo físico de sus ropas indígenas para explorar cómo ha sido despojada de su cultura. Luego queda vulnerable, cubierta de pintura blanca como simbolismo de la colonización internalizada y el borrado indígena.
Esta performance forma parte del programa relacionado con la exposición TRIAD DIALOG.