La reciente pandemia de coronavirus ha puesto de relieve la importancia del recuerdo de los modos en los que las sociedades del pasado respondían a crisis como la que actualmente afrontamos. Numerosas investigaciones han evidenciado el valor de la transmisión de conocimientos del pasado al presente y, con ello, el rol fundamental que ha desempeñado la memoria de ciertos eventos epidémicos en la configuración de las imágenes de la pandemia y en la toma de decisiones por parte de los diversos poderes.
El presente seminario se propone el análisis de los modos en los que se construía, se experimentaba y se transmitía la memoria de eventos traumáticos (guerras, revueltas, desastres naturales) a lo largo de la Edad Moderna. Para ello se enfatizan algunas de las características inherentes al proceso de recordar los acontecimientos traumáticos del pasado: de un lado, su dinamismo, ya que el acto de rememorar supone, en cada momento, la posibilidad de introducir nuevos elementos; de otro, su falta de neutralidad, puesto que tanto el recuerdo como el olvido respondían siempre a objetivos muy concretos y dependientes de los intereses de los numerosos sujetos (instituciones, agentes sociales, corporaciones, ciudades) que intervenían en su elaboración.
Asimismo, la actividad arrojará luz sobre las formas de creación y transmisión de la memoria de la violencia, como las imágenes, los rituales y los relatos (impresos o manuscritos) que fueron empleados indistintamente por los agentes públicos y privados, seculares y religiosos para la construcción de una versión concreta de la experiencia traumática que contribuyera a legitimar sus expectativas.