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El placer de ser traducida. Encuentro con Elvira Lindo.

El placer de ser traducida. Encuentro con Elvira Lindo. © La_Wagermann

En colaboración con el Festival della Lettura e dell'Ascolto – Campania Libri, que llega a su cuarta edición, el Instituto Cervantes de Nápoles invita a la escitora española Elvira Lindo con la que se cierra la XIV edición del curso de Traducción Literaria para el Mundo Editorial del Instituto Cervantes de Nápoles. El diálogo con Elvira Lindo será con los hispanistas Augusto Guarino y Marco Ottaiano. 

Elvira Lindo, escritora, guionista, periodista y actriz ocasional, es una creadora versátil cuya obra ha dejado una huella imborrable en la literatura y en el corazón de sus lectores. Elvira Lindo creció en una familia de clase media y desde joven demostró un especial talento para la narrativa y la observación del comportamiento humano. Alcanzó la fama en 1994 con la publicación de Manolito Gafotas, un personaje que había nacido en los micrófonos de RNE. Este niño madrileño de Carabanchel Alto, con sus aventuras cotidianas y su peculiar visión del mundo, conquistó a lectores de todas las edades. La serie de libros que lleva su nombre se convirtió en un fenómeno editorial traducido a varios idiomas, adaptado al cine y convertido en un ícono cultural.

Aunque Manolito Gafotas  es su obra más popular, Lindo ha demostrado una gran capacidad para abordar diversos géneros. En novelas como Algo más inesperado que la muerte y Una palabra tuya, explora con maestría las emociones humanas y las complejidades de las relaciones personales. Esta última obra, que fue adaptada al cine, obtuvo el prestigioso Premio Biblioteca Breve.

Además de su labor como escritora, trabaja como guionista y escibe columnas de opinión para periódicos como El País, donde demuestra su aguda capacidad de análisis sobre temas sociales y culturales.

A propósito de la traducción de sus obras, Elvira Lindo dice: «Lo que yo esperaba es tener lectores en mi país, que me siguieran a lo largo de mi carrera, que soportaran mis cambios de estilo, que me tuvieran lealtad y comprendieran que una autora a veces toma la decisión de traicionarse a sí misma para emprender un nuevo rumbo. Creo que eso lo he conseguido, aunque cada nuevo libro es un desafío y hay que sentirse agradecida a quienes siguen entregándose a la más solitaria de las aficiones, la lectura. No esperaba en cambio que mis novelas fueran traducidas. Y creo que en el camino que emprendes cuando comienzas a publicar es mejor no esperar nada, escribir porque es tu placer, tu vicio, tu condena. Pero debo confesar que ver tus novelas en otros idiomas te provoca una alegría inédita. Es como un regalo inmerecido».

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