Casa Blanca
En el ojo de la tormenta cubana, Vladimir lleva la vida de un payaso involuntario. De un payaso con la noble misión de acompañar a su madre Nelsa hasta su edad más avanzada. Nació con síndrome de Down y va cumpliendo sus 36 años al ritmo de guaguancó y cubatón. Mientras Nelsa se presta para los sermones de una evangelizadora ambulante, el maravilloso Vladimir prefiere estar en el cuarto contiguo para burlarse de las prédicas monótonas. O sale mar afuera con los pescadores del pueblo, mientras la lerda Nelsa busca a su “maravilla” tierra adentro. Aleksandra Maciuszek muestra en su debut una relación de apoyo mutuo entre madre e hijo en una danza macabra. Pone su mirada en una Cuba cotidiana, el reino donde todavía la igualdad sigue siendo un sueño guajiro. Pero también lanza una mirada por encima del hombro de un gracioso que no quiere quedarse huérfano y no tiene mucho que dar salvo amor y solidaridad.