Todo lo que no sé
Laura, a sus 35 años, lleva una vida monótona: ayuda a su padre enfermo, trabaja en una tienda, comparte piso y pasa tiempo con su casi novio. Esta calma extraña se ve alterada cuando un compañero del pasado le propone retomar un antiguo proyecto en el sector tecnológico. Acepta para intentar conseguir el éxito y recuperar una parte de ella que creía perdida. En este camino, toma una serie de decisiones que ponen en jaque su entorno, enfrentándose al precio a pagar por darse prioridad.
