Que Dios nos perdone
Dos detectives están investigando las violaciones y las muertes de varias mujeres ancianas: Alfaro, un hombre violento y Velarde, tartamudo e inseguro, cuyos actores son Álamo y de la Torre respectivamente. La tensa relación entre ambos se va haciendo más comprensible a medida que la investigación avanza en busca de la verdad del asunto. Más que una película de suspense, la principal característica de la película de Sorogoyen después de Stockholm, es una caracterización que introduce con humor negro las tensiones sociales, el día a día de los policías y la España católica en el contexto de la visita del Papa a España en el caluroso verano de 2011, que coincidió con las protestas del 15-M, provocando un desafío a la seguridad de la ciudad.