En las orillas del porvenir. Reflexiones desde nuestro presente
Instituto CervantesDesde la perspectiva de la temporalidad de la emergencia, y de que ésta pasará y las sociedades se van a ir recomponiendo, aunque sea de un modo tambaleante, el objetivo de estos diálogos es reflexionar sobre qué bases cimentarán esta reconstrucción; y, lo que es más importante, qué mundo emergerá de este proceso. Parece evidente que ha habido un cambio de paradigma en nuestras vidas. Sin saber hasta cuándo, nuestra cotidianeidad está conviviendo con mascarillas, distanciamiento social, estadísticas, geles, mamparas, teletrabajo, etc. Los suelos de ciertas certezas que pisábamos, como por ejemplo los modelos de desarrollo económico basados en el turismo o en la espiral del consumo, se han vuelto inestables. Nada se puede dar por seguro. Todo está sujeto a un estado de crisis latente. Es difícil vaticinar el porvenir porque siempre estamos en su orilla. El porvenir es lo que no está escrito, lo que nos espera. Pero, ¿es posible trazar una tendencia de esos cambios y de su magnitud? ¿Cómo van a ser o cómo quisiéramos que fueran nuestras ciudades, nuestras casas, los barrios en los que vivimos? Y nuestra educación, ¿qué esperamos de ella, que sea sólo un posible ascensor social o también un modo de crear ciudadanía? ¿Cómo nos vamos a mover o cómo nos dejarán movernos por un mundo que de repente se ha vestido de miedo y recelo? Nuestra sanidad, ¿en qué grado de prioridad la vamos a colocar? ¿Qué vamos a hacer con nuestra vejez, la someteremos a un triaje pragmático? La política, el sentido de comunidad, la ecología, la participación, la información, ¿qué papel van a jugar en la reconstrucción de nuestro día a día, incidirán de alguna forma en él? Y la cultura, nuestra Cultura con mayúsculas, ¿la confinaremos definitivamente a las plataformas del entretenimiento o haremos de ella un espacio de crítica y conocimiento?