El primer lunes de cada mes la biblioteca Antonio Gamoneda del Instituto Cervantes de Fráncfort acoge el club de lectura, moderado por Yolanda Prieto Pardo (1968, Madrid). Este mes de septiembre el libro escogido es ‘Panza de burro’ de Andrea Abreu (Barrett, 2020).
Y es que en Panza de burro lo canario es fundamental, lo que hace que los peninsulares, incluso los que estamos algo más familiarizados con las islas, lo observemos todo con los ojos bien abiertos para no perder detalle. La panza de burro, esas nubes bajas y grises que se ponen sobre el pequeño pueblo del norte de Tenerife en el que se desarrolla esta novela, generan una atmósfera característica, casi como una burbuja, un lugar ajeno al resto del mundo. En esta obra lo canario lo empapa todo: no solo el espacio o las conversaciones de los personajes, sino la propia narración. Pero Abreu no se limita a utilizar el vocabulario o las construcciones sintácticas propias de las islas, va más allá e introduce parte de la fonética canaria en la novela.
Andrea Abreu (1995) nació en lo alto de un pueblo, siempre nublado, del norte de Tenerife. Creció entre gatos y flores de bruja y, al cumplir los dieciocho, comenzó sus estudios de periodismo en la Universidad de La Laguna (ULL). Después de incontables cambios de residencia, se mudó a Madrid en el verano de 2017, para cursar el Máster en Periodismo Cultural y Nuevas Tendencias de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). Desde entonces, ha sido becaria, camarera y dependienta de una famosa marca de lencería.
