El diálogo generacional, el rechazo o la aceptación de los predecesores, la innovación a partir de las fórmulas recibidas, la irrupción de nuevas manifestaciones, temas y propuestas formales es una constante en la narrativa: la novela, el cuento o la crónica y otros géneros mestizos, se ven obligados a tomar elementos del pasado e incorporar otros originales para buscar nuevos mecanismos de expresión.
En el intento de detectar qué novedades se han producido en las últimas décadas, ha habido diversas antologías y programas que tratan de presentar algunos autores y autoras representativos de las últimas generaciones: la selección de Granta (hispanoamericanos menores de 35 años); la de Bogotá 39 (latinoamericanos menores de 40); o la de 10 de 30 (españoles menores de 40) son algunos de los proyectos editoriales que han tratado de explorar esta nueva realidad. Con la singularidad inevitable de cada autor o autora, se pueden reconocer algunas tendencias predominantes: la aparición de un mayor número de voces femeninas, la autorreferencialidad y la exploración en la identidad, la ciencia ficción como herramienta para incidir en temas políticos o sociales, el ensayo narrativo como mezcla de reflexión y relato, o la ruptura más acentuada entre los géneros, son algunos de los aspectos que se aprecian en la creación literaria en español más reciente.