La Caja de las Letras se abre para recibir el legado in memoriam de los escritores María Teresa León (1903-1988) y Rafael Alberti (1902-1999), ambos pertenecientes a la generación del 27.
En 1930 María Teresa León y Rafael Alberti se conocen y al poco tiempo León rompe su matrimonio para vivir con Alberti en Mallorca. En 1932 se casan por lo civil y tras serles otorgada una pensión para estudiar el movimiento teatral europeo comienzan a viajar por Berlín, la Unión Soviética, Dinamarca, Noruega, Bélgica y Holanda. Participa en la fundación de la revista Octubre, en la que León publicará su obra Huelga en el puerto (1933). En 1934 vuelven a la Unión Soviética para asistir al Primer Congreso de Escritores Soviéticos. Tras el estallido de la Revolución de Asturias se van a los Estados Unidos, para recaudar fondos para los obreros damnificados.
Estalla la guerra civil cuando están en Ibiza. León fue secretaria y Alberti miembro del grupo Alianza de Escritores Antifascistas junto a otros destacados autores. Ambos también participaron en la Junta de Defensa y Protección del Tesoro Artístico Nacional que trasladó las obras de arte del Museo del Prado y de El Escorial.
Tras la derrota republicana se exilian a: Francia, Argentina, Italia. En París viven hasta finales de 1940, trabajando como traductores de la radio francesa Paris-Mondial y como locutores para las emisiones de América Latina. Viven durante 23 en Argentina donde tienen a su hija Aitana. En 1958 escriben juntos Sonríe China. En 1963 se trasladan a vivir a Roma.
El 27 de abril de 1977 vuelven a España, pero María Teresa arrastra una enfermedad grave que le provoca un deterioro cognitivo hasta que finalmente muere en 1988.
Mientras, Alberti es elegido diputado al Congreso en la listas del Partido Comunista en las elecciones de 1997, pero no tardó en renunciar al escaño para continuar en Roma su trabajo como poeta y pintor. A partir de entonces asistió a recitales, conferencias y homenajes multitudianrios. No consiguió sillón en la Academia, pero obtuvo el mayor reconocimiento literario, el premio Cervantes en 1983.
Murió en 1999, en su tierra natal, el Puerto de Santa María.