A partir de las etapas de Juan Ramón que él mismo establece en un poema, aunque parece que está hablando de una mujer, se puede descubrir el ideal lírico del reputado Nobel que vivió para la poesía. Primero evoca un pasado de sencillez, luego, pasa a recordar sus versos modernistas, llenos de "ropajes", de adjetivación; reniega de ellos. Desde su matrimonio con la intelectual y feminista Zenobia Camprubí en 1916, percibe que la forma está recuperando la túnica de su inocencia antigua y se siente mejor.
Comenzará entonces su etapa intelectual donde invoca a la inteligencia para obtener el nombre exacto de las cosas. Será una época de viajes, de grandes cambios e influencia mutua, de traducciones y agitada vida cultural.
Con la Guerra Civil llegó el exilio. Juan Ramón encontrará la poesía pura, la pasión de su vida y Zenobia habrá ejercido de instructora, escritora, ensayista e ideóloga comprometida.
Compartieron esencia y camino, superaron enfermedad y cambios vitales. Juntos incrementaron valores; su obra es el resultado de emociones y vivencias que dieron lugar a logros sublimes. El escritor español es una figura primordial para las Letras Hispánicas y Zenobia una pionera ejemplar que abrió camino desde su postura.