Un viaje conmovedor y profundamente personal hacia las propias raíces; una película que, aunque transcurre en el ámbito de una sola familia, rompe con la vergüenza colectiva y la negación. Carla Simón (Verano 1993; Alcarràs) nos lleva esta vez a Galicia para recrear un verano de su propia juventud.
Marina, de 17 años (Llúcia Garcia), llega a la ciudad de Vigo en busca de un documento necesario para obtener una beca universitaria. Lo que parece un simple trámite burocrático saca a la luz un secreto familiar, un testimonio de una verdad silenciada durante años, un quiebre en el pacto de silencio.
Simón es una maestra en el arte de retratar a la familia: sus estructuras ocultas, sus zonas sensibles, sus rituales y mascaradas. La llegada de Marina, ese eslabón perdido en la cadena de recuerdos y generaciones, activa un pasado reprimido y conflictos internos.
Los bordes del drama familiar se suavizan mediante el lenguaje poético y sumamente sensorial de Romería, donde confluyen distintos planos temporales, el pasado cobra vida —literalmente— y se entrelazan elementos de ficción con materiales de archivo personal.
Este sutil patchwork cinematográfico, cosido con retazos de memoria, es también una bandera —un homenaje a las víctimas de la epidemia del SIDA, cuyo sufrimiento fue borrado de los álbumes familiares.
Małgorzata Sadowska
La proyección tendrá lugar dentro de la 25 edición del Festival Internacional de Cine Nuevos Horizontes que se celebrará de forma presencial en los cines de Wrocław del 17 al 27 de julio, y en línea, en toda Polonia, del 17 de julio al 3 de agosto de 2025.