“Punku” en quechua significa “puerta”. En la película de Molero (Videofilia), un portal hacia otro mundo se abre con toda la intensidad de un sueño febril y alucinado. Meshia, una adolescente del pueblo Matsigenka, encuentra en la selva peruana a un niño que deambula como si hubiera regresado del más allá. Las pistas indican que se trata de Iván, considerado muerto tras desaparecer, hace dos años, en otra parte del país.
¿Cómo logró sobrevivir solo en la selva tanto tiempo? Nadie lo sabe, porque Iván no recuerda nada y guarda silencio. También está perdiendo la vista. Meshia lo ha traído de vuelta al mundo de los vivos y ahora es responsable de él. Juntos emprenden un viaje hacia la ciudad natal del niño. Su travesía alucinatoria es a la vez una misión de rescate y un rito de paso: de la infancia a la adultez, del presente al pasado, del mundo físico al espiritual.
En el camino se entrelazan lenguajes y tiempos: quechua y TikTok, rituales y selfies, la niñez y algo mucho más antiguo. Molero combina formatos analógicos (Super 8 y 16 mm) con digitales para crear una visión caleidoscópica del crecimiento en el Perú. Iván guarda silencio, perseguido por sus visiones, mientras Meshia trata de encontrar su lugar en un mundo que la fetichiza o la rechaza.
Punku es un canto sobre el crecimiento y una amistad como un sueño compartido. Una puerta que solo puede cruzarse con los ojos cerrados.
Ewa Szabłowska
La proyección tendrá lugar dentro de la 25 edición del Festival Internacional de Cine Nuevos Horizontes que se celebrará de forma presencial en los cines de Wrocław del 17 al 27 de julio, y en línea, en toda Polonia, del 17 de julio al 3 de agosto de 2025.
