Para la guerra

El excombatiente cubano Andrés Rodríguez Rodríguez, alias Mandarria, vive de sus recuerdos de combate de treinta años atrás en Nicaragua. A través de una serie de ejercicios de un posible manual bélico, recrea todas las habilidades del soldado, en un interesante juego con el director Francisco Marise, y también con el espectador. La vida en soledad de este antiguo militar, evocada en sus gestos más cotidianos, también proporciona un diálogo a cámara en el que explica sus opiniones más existenciales. Mandarria se preocupa por retomar el contacto con sus antiguos camaradas, probablemente, para evocar el sentido que tuvieron sus vidas «para la guerra».