Es bueno no tener cabeza
Nos complace invitaros a la lectura dramatizada de una obra breve de Francisco Nieva, Es bueno no tener cabeza, en traducción al polaco de Kamila Łapicka, y a cargo de los jóvenes actores de la Escuela Superior de Teatro en Cracovia, dirigidos por Anna Skuratowicz. Es una pequeña historia de dos alquimistas, Rómulo y Anteo que, en un laboratorio medieval, buscan la piedra filosofal. En su obra, Nieva juega con la idea de la cabeza como símbolo del pensamiento racional y de la conciencia, sugiriendo que en la ausencia de racionalidad puede encontrarse una liberación. La pieza, en su mezcla de lo grotesco y lo poético, refleja la complejidad de la condición humana y la constante búsqueda de significado en un mundo absurdo.