Cada enero, atrae a más de 14,000 personas durante 11 días en diversos espacios de la ciudad, incluido el Instituto Cervantes de Chicago.
Su amplia programación, que supera las 100 actividades, incluye representaciones, talleres, residencias artísticas y simposios, brindando una experiencia enriquecedora y multidimensional.
El festival no solo homenajea las tradiciones de este arte, sino que también impulsa propuestas innovadoras, subrayando la relevancia del teatro de títeres como un patrimonio cultural universal. Iniciativas como el Chicago Puppet Studio y el Chicago Puppet Lab destacan su compromiso con la formación profesional, el desarrollo artístico y la promoción de valores esenciales como la diversidad, la inclusión y el entendimiento global.