Julio, felices por siempre
El excéntrico debut cinematográfico de Juan Manuel Solé toma lugar en un pequeño país muy, muy lejano… en otras palabras, Uruguay. Entre las ciudades de Montevideo y Colonia del Sacramento para ser más precisos. Julio está frustrado con la vida que lleva; una novia lo engañó y otra lo aburre a muerte. Conoce a Claire, una estudiante de Massachusetts, durante una de sus visitas guiadas, y se enamora perdidamente de ella. Ambos continúan su relación por internet cuando ella regresa a los Estados Unidos, pero el rechazo de una visa por parte del Departamento de Estado frenará su romance.