David Pujadó, fotógrafo español nos acerca la poesía de Gil de Biedma a través de sus fotografías en blanco y negro: de la tinta a la luz la palabra se convierte en imagen.
"Jaime Gil de Biedma tenía la piel de poeta que menos me cuesta vestir, que más confortables me sientan sus costuras, que menos distorsiona mi propia miopía...
Este proyecto nace, un día, una tarde, en la que sentía la necesidad de decir muchas cosas con pocas palabras... (gracias, ya te dije que fuiste mi inspiración), así que seguí el trabajo que realiza Montse Ordoñez y me dejé ir. El resultado no fue más que fotografiar uno de los poemas aquí expuestos y, finalmente, embrión de todo esto.
Decir que esta obra no está pensada para ser comercializada, sino para c a m i n a r."