La risa entre las lenguas
Merlijn Doomernik & Dharma BooksEscribir literatura en una exolengua es ocupar un espacio privilegiado desde el que medir las convenciones de la lengua materna con las de la lengua literaria en que se escribe. Esa perspectiva es ideal para desarrollar en lo escrito la afinidad, o bien para percibir la disonancia de lo que se vive en la lengua materna. Ver el revés de la trama de la inercia estilística y discursiva de la escritura es a la vez ver la íntima adecuación de las convenciones a lo que creemos el fondo mismo de lo espontáneo, la propia condición de ser. No es de extrañar que haya un tipo de extrañeza visible sobre todo para el escritor que practica la creación en una lengua no materna. Y que lo que pasa por espontáneo, o elevado o bajo en la espontaneidad, revele a través del filtro de la exolengua las trampas y los cartones lo que la inadvertencia adquirida con la adquisición de las competencias comunicativas no permite ver al escritor en su propia lengua, o al lector avezado en otras lenguas en la lectura de la propia. Que todo ello acuña un espíritu irónico de lectura y escritura, una capacidad para crear y entender lo risible donde generalmente no se percibe son, simplemente, resulta casi inevitable. En esa intención, el encuentro La risa entre las lenguas reúne a dos autores cuya lengua nativa es otra de aquella en la que escriben. La singularidad de su risa literaria, creada o analizada, es tan inconfundible que reunirles para que se expliquen, para que nos expliquen cómo ven todo ello, sea creando personajes o analizando cartas de exoescritores, tiene algo de cita con el gozo de entender lo inesperado. Ambos peculiarmente unidos a la lengua polaca como lengua madre, o como una lengua madre, se expresan a menudo, literariamente, en una misma: la lengua española. Una, Aleksandra Lun, es autora de dos pequeñas obras maestras, Palimpsestos y Química para mosquitos, recientemente galardonada con el Premio Barbastro de novela; el otro, Mikhaël Gómez Guthart, es autor, entre otros del lúcido y a veces irónico Desertar, coescrito con Ariana Harwicz, o de la extraordinaria edición de las cartas a sus amigos argentinos de Witold Gombrowicz, impar en el humor.