Adicciones, soledad, y otras formas de evasión

En medio de la multitud avanzan solos, agobiados, no registran nada a su alrededor. Con los audífonos puestos, miran y no miran el celular, no recuerdan lo que acaban de leer. El tiempo no alcanza, hay siempre tareas por hacer. El estrés los envuelve. En la madrugada despiertan para responder un mensaje, anotar alguna idea que temen se escape. Su mente no descansa. ¿Cuánto tiempo se puede vivir así antes de querer abandonarlo todo, buscar algún otro camino para reinventar quiénes somos? El dolor y la pérdida también pueden causar fisuras en el equilibrio emocional, incluso llegar a modificar quiénes somos y cómo nos perciben los demás. Nos puede volver extraños a nosotros mismos. Como salida se busca en ocasiones refugio en lo material, los lujos, las adicciones. Aquellos y aquellas en posición de poder, se vuelcan a la ambición, a conseguir algo que nunca los llena. Un autor y una autora con un deseo primordial: entender la psique de sus personajes. Los dibujan letra por letra, los conocen tan bien como se puede conocer a un ser humano: con secretos y claroscuros, con muestras de placer cuando no lo hay. Un autor y una autora que se nutren de la contradicción y la ambigüedad. Es lo que realza su obra.