Signos
Agustín Hurtado.El origen de este proyecto nace del deseo de la violista Isabel Villanueva y el coreógrafo Antonio Ruz por colaborar en una obra escénica multidisciplinar que abra una nueva ventana a la música clásica y la danza contemporánea. Este encuentro de lenguajes propone, sin prejuicios, un diálogo entre el sonido, el movimiento, la voz, los objetos y la luz (o la ausencia de ella). ¿Un concierto dramatizado?, ¿Un recital de viola coreografiado?. Con un concepto estético y un diseño de iluminación depurados, la bella y compleja arquitectura sonora de las piezas/miniaturas musicales de los compositores György Kurtág y Johann Sebastian Bach interpretadas magistralmente por Isabel, se fundirá con la partitura corporal propuesta por Antonio; una dramaturgia que navega entre lo onírico, lo poético y lo inquietante. En esta atmósfera de soledad acompañada, Isabel y su viola, custodiadas por Antonio (su alter ego, sombra, consciencia), emprenderán un viaje físico y emocional que no dejará a nadie indiferente. ‘Ella toca sentada, camina, sube a la mesa, baila, se tumba, duerme, flota, corre, grita, se mira al espejo, se desnuda, enciende la luz, cierra los ojos, sonríe,…’