522. Un gato, un chino y mi padre
522. Un gato, un chino y mi padre despliega una potente alegoría sobre el fracaso de la inminente sedentariedad definitiva presagiada por Virilio construida a partir de la agorafobia que sufre la protagonista y del propio potencial sociológico que ofrece el automóvil como cápsula hermética y prolongación del hogar. Pero lo que inicialmente se plantea como una anti road movie terminará convirtiéndose en una sólida defensa del género, o lo que es lo mismo, en una demostración palpable de que no existe viaje interior sin la integración con el paisanaje y el paisaje, esto último subrayado en el cierre de la película. Todo ello aderezado con un curioso sentido de la causalidad y un minimalismo que remite a Two-Lane Blacktop (1971) y Gerry (2002). Sinopsis: George convive con una peculiar versión de agorafobia que limita su universo a un perímetro de 522 pasos con respecto a su casa... pero un día su gato, su único compañero, muere y se ve obligada a emprender un viaje singular. Decidida a darle un lugar de sepultura adecuado, instala su «hogar» en una camioneta y emprende un viaje por carretera de regreso a su patria natal, Portugal. Esta aventura revelará que, entre saudade y fados, quizá halle un modo particular de hacer frente a su pasado. [Fuente: Base de datos del ICAA].