Poesía como enfermedad
La poesía ha sido expulsada de repúblicas, aunque también fue secuestrada por otras repúblicas y usada como arma arrojadiza; la poesía ha existido antes de los episodios más traumáticos de la humanidad, durante, y, pese, a la contraindicación de Adorno y de Brecht, también después. Como sin inmutarse, en el peor y en el mejor sentido. Como sin inmutarse, pero inmutándose, desde luego, ¿otorgando continuidad a una cultura? Bueno, no sobreactuemos. La poesía ha dado voz. Y en otras ocasiones no lo ha hecho. Porque tampoco puede lo imposible. Y los poemas -lo dice la poeta Patrizia Cavalli- no cambiarán el mundo. Los que creyeron que lo harían están todos muertos. Desde luego, sería exagerado que la poesía ha salido indemne de la historia. De hecho casi nadie lee poesía. Pero de repente, con toda la naturalidad del mundo, dos amigos, de repente, se ponen a hablar de poesía. Simplemente ocurre. Y uno de ellos bromea: "No te engañes, la poesía es una enfermedad mental. Aún no ha sido diagnosticada, pero tiempo al tiempo."
Juan Andrés García Román es poeta, traductor y crítico literario. La charla sobre poesía está a mano del crítico literario Piero Salabé (editorial Hanser).
