Los santos inocentes, de Mario Camus
Basada en la novela homónima de Miguel Delibes, la película se sitúa en la España rural de los años 60, durante el franquismo. La historia sigue a una familia de campesinos que vive en condiciones de extrema pobreza y sumisión bajo el dominio de un terrateniente. El protagonista, Paco, el Bajo —interpretado por Alfredo Landa—, trabaja incansablemente para el señorito Iván —Juan Diego—, quien lo trata con desprecio y crueldad. La familia de Paco, incluyendo a su esposa Régula —Terele Pávez— y su cuñado Azarías —Francisco Rabal—, también sufre las injusticias y humillaciones impuestas por la clase dominante. La película destaca por su representación cruda y realista de la desigualdad social y la lucha de clases. Los santos inocentes es ampliamente reconocida por su calidad cinematográfica y su impacto social. Alfredo Landa y Francisco Rabal recibieron el premio a la mejor interpretación masculina en el Festival de Cannes de 1984. La película es considerada una de las mejores del cine español, destacando por su poderosa narrativa y su capacidad para capturar la dureza de la vida rural bajo el régimen franquista.
