Mariana Martínez. Su influencia en la música del siglo XVIII

Pere Álvaro

La familia Martínez tuvo en Mariana, hija y nieta de soldados españoles, uno de los exponentes musicales más importantes de la Viena del siglo XVIII. Su padre, Nicolo Martines (Nicolás Martínez), asentado en Viena como soldado enviado por la corte española para luchar al lado de Carlos VI, terminaría casándose con una alemana y asumiendo el cargo de Maestro de Cámara de la Nunciatura Apostólica en Viena. Instalados entonces en un edificio de la Michaelerhaus, se convertirían en vecinos de Pietro Metastasio quien, como sacerdote, no había formado familia y, por su longevidad, terminó requiriendo de los servicios de varias jóvenes que lo atendieran en su senectud, mudándose con la familia Martínez con tales propósitos y siendo una de aquellas muchachas la propia Mariana.

Mariana, además de ser una de las compositoras, cantantes y pianistas más prometedoras de su tempo, así como un paradigma feminista nada desdeñable, fue alumna de Haydn o Giuseppe Bonno. Por sus servicios a Metastasio, fue designada por este como una de sus más importantes herederas en su testamento. La relación de Mariana con otros músicos fue, por tanto, inevitable: en la casa de los Martínez había una tertulia matutina todos los domingos, a la que acudían Gluck, Gassman, Mozart o Salieri. La proximidad generacional con la joven inspiró a Mozart varios de sus conciertos para piano, que dedicó a Von Martínez. En Salieri Mariana tuvo un aliado y un colega especial, de hecho, su última aparición pública fue un concierto en el que Salieri dirigió La Creación de Haydn.

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