El bosque animado (sentirás su magia)
Todos los días el ocioso señor D’Abondo y su fiel criado Rosendo atraviesan la fraga de Cecebre. A veces, el receloso sirviente no duda en exclamar: «¡Parece que estuviera animado el bosque entero!». Así es en realidad, ya que, en cuanto los humanos se alejan, la naturaleza se transforma y se muestra en todo su esplendor, mientras árboles y animales viven en alegre y feliz armonía. Sin embargo, la mano del hombre, que todo lo altera, traerá al bosque el desorden y la infelicidad.